Querida moda rápida. Sí. Aún recuerdo aquellos momentos buenos que pasamos juntas. Yo era joven e inocente. Me dejaba embelesar por tus interminables ofrendas, por tu oferta infinita de prendas que rebosaban mi armario y que no me dejaban tiempo para pensar que había detrás de todo aquello. ¿Cómo no iba a caer en la trampa? Por 150€ podía comprarme infinidad de prendas que simbolizaban cantidad, en vez de calidad. Que duraban en mi armario menos de dos temporadas. Que acababan en cualquier contenedor de basura colaborando con ese impacto medioambiental que ha causado la industria textil.
Querida mora rápida. Es tan toxico y tan dañino todo lo que hemos hecho. No me puedo creer que hayamos arrasado con tantas cosas a nuestro paso. Bosques, océanos, animales, vidas, incluso humanos. Mientras yo consumía tu oferta de una manera vertiginosa y descontrolada, nos estábamos cargando el planeta. Y qué poco consciente era yo de todo aquello. Y cómo me arrepiento. Me arrepiento de tantas, tantas cosas. De comprar sin mirar, de adquirir sin pensar. Mirar las etiquetas de los comercios y no pensar de las consecuencias de consumir todo aquello. La cantidad de personas en unas condiciones inhumanas que trabajan para crear esas prendas, los recursos naturales que se utilizaban, agua, tintes, contaminación sin fronteras.
Querida moda rápida, ya no quiero seguir provocando todas esas desgracias contigo. Ya no quiero que recorramos camino juntas. Esto se ha terminado.
Hoy te escribo esta carta para informarte de que nuestros caminos se separan. Que me despido. Que ya no me engañas. Que por fin tengo toda la información necesaria para darme cuenta de lo dañina que eras. Por fin puedo elegir qué comprar. Y he decidido apostar ciegamente por la moda lenta. Por el Slow Fashion. Por una opción duradera y de calidad que no contamina, que respeta nuestro medio ambiente.
Hoy separo definitivamente nuestros caminos. Me uno al cambio. Me uno a ese movimiento que apuesta por una moda justa. Una moda sostenible, ecológica y duradera.
¿Y tú? ¿Te despides? ¿Te unes al movimiento de moda lenta?