Soy Teresa de la Cierva, llevo en ABC 34 años, escribiendo de belleza 27 años y caí en este mundo por casualidad. Yo empecé haciendo bazares, estilismo, cosas de moda y poco a poco uno de mis subdirectores vio que me divertía el mundo de la estética y de la cosmética, y me puso a escribir con Marta Barroso, que es como mi otra mitad, siempre firmábamos juntas hasta que se fue de ABC. No he cambiado nunca de trabajo, llevo toda mi vida en ABC. Empecé escribiendo en papel y luego empecé con uno de los cinco primeros blogs que hubo en el periódico; se llama “La Polvera” y es también sobre belleza. Por último, estoy con Federico Jiménez Losantos en un programa de radio, cómo no, hablando de belleza.
¿Y cómo ha sido tu paso del mundo de la prensa escrita al mundo digital?
Pues bastante complicado, porque soy de las que son de la vieja guardia. Para empezar, en el periódico sigo hablando de usted, o sea, nunca jamás a los lectores de ABC les molesta que les hable de tú, paradójicamente porque es el medio quien les impone respeto, porque en el periódico se da el suplemento de Mujer Hoy y ahí se habla de tú, al igual que en “La Polvera”, entonces me paso el día cambiando el chip. Cuando escribo en ABC Salud, por ejemplo, utilizo muchos tecnicismos y frases entrecomilladas de los profesionales, nunca doy una opinión propia, sin embargo, me meto en “La Polvera” y todo son opiniones personales, lo que a mí me gusta, lo que opino, lo que me llama la atención.
¿Y tu trabajo es también de investigación? ¿Normalmente a cuántos centros o a cuántas marcas de belleza visitas?
Nosotros tenemos como cinco o seis presentaciones de belleza todos los días. Por ejemplo, ir a un centro de belleza a conocer una nueva máquina, luego a una peluquería a probar un tratamiento nuevo para el pelo a base de cacao orgánico, luego a la presentación del último perfume de Hermès, de ahí a un centro de manicura y pedicura para probar los esmaltes 7Free que son libres de 7 tóxicos, de ahí puedo tener una entrevista, normalmente mis artículos de ABC son con alguna famosa, a lo mejor tengo una entrevista con Priscila de Gustín en un salón de pelo que acaba de probar un centro alisado. Eso es mi día a día, imagínate a la semana la cantidad de información que recopilo y de todo lo que veo yo selecciono, esto va para Instagram, esto va para “La Polvera”, esto va para ABC, esto va para el ABC Salud o para la radio.
Y respecto todas estas marcas, todos estos centros y representaciones, ¿cuál dirías que es el porcentaje de marcas internacionales y españolas?
Cada vez más españolas. Yo estoy muy contenta porque tenemos mucho nivel de marcas de cosmética, pero tal nivelón que en China o Japón la locura ahora es por las marcas españolas. El otro día estuvimos, por ejemplo, en Barcelona en el spa Capilar que ha abierto Miriam Quevedo, que es una mujer que ha creado una línea de productos capilares con caviar, con platino y biotecnología. Ella es hija de una señora que tiene una herboristería y poco a poco ha ido investigando y ha creado una línea de cosmética que está en los mejores spas del mundo. Por otro lado, Natura Bissé es el gigante de la cosmética en el mundo, está en los mejores almacenes, todas las celebrities presumen de que lo usan, en la alfombra roja, en los Oscars, todos los tratamientos a las actrices se los hacen Natura Bissé, y todo eso es marca española.
¿Nos puedes contar algo de alguna que te haya llamado la atención?
Hay desde gigantes como Sesderma o Laboratorios Cantabria, que son grandes industrias farmacéuticas, hasta cosméticas nicho tipo 5punto5 o Unicskin. Esas marcas surgen a raíz de problemas que han tenido sus creadores; Mónica Sada (Unicskin) tenía problemas con su piel, no encontraba una marca que calmara todos los problemas que tenía y creó su propia línea de cosmética.
¿Entonces consideras que hay emprendedores?
Un montón, lo malo es que les pongan nombres ingleses, el otro día justo teníamos una discusión porque Handmade Beauty de Diana Murillo, que es súper orgánica, que no tiene ningún químico, nada de pesticidas, cosmética orgánica 100%, le han puesto un nombre como Handmade Beauty, lo cual me da un poco de pena porque hay varias que se llaman por el estilo. Luego hay Jane Apothecary, que es otra marca española que te suena a marca inglesa, siempre pienso “qué rabia”. Fridda Dorsch, por ejemplo, era una española casada con un alemán y entonces bueno, por lo menos es su nombre, pero me da pena, por ejemplo Leonor Greyl que es una marca de pelo que todo el mundo piensa que es francesa, Leonor era una española que se casa con un francés y crea una marca de cosmética de pelo, pero esos nombres dan lugar a pensar que son cosmética extranjera y yo estoy orgullosísima porque son firmas españolas.