Sales de casa a las 8:00 con tu bufanda pero a medio día coméis en una terracita y pasas un calor de muerte. Sale el sol, decide dejar los calcetines en casa pero al cabo de un rato empieza a llover. ¿Te suena? La primavera, esa época del año en la que botas sin medias conviven con cuellos altos de manga corta.
No llevamos más que un par de semanas y ya más de una (entre otras nosotras) ha caído enferma. ¿Cómo evitarlo? Bien, sabemos que el siguiente post se escapa un poco del marco “beauty” en el que nos movemos. Y no nos malinterpretéis, creamos que siempre siempre ante un tema de salud hay que acudir a un médico. Pero dentro del cuidado personal os vamos a dejar unos truquitos para evitar que con los cambios de temperatura podáis acabar con fiebrón en la cama.
ropa adecuada
Te parecerá una bobada, pero no lo es. La ropa es la barrera entre nuestro cuerpo y el exterior y nos sirve como regulador de la temperatura. Fundamental para esta época del año los complementos; chalecos, capas, bufandas, gorros; que se pueden quitar con facilidad y así adaptarte a las diferentes temperaturas a lo largo del día.
¡Estar siempre seco! Caen cuatro gotas y nos creemos que no es para tanto… pero se te han mojado las zapatillas y ahí lo tienes, ¡catarro asegurado! Muchas de nuestras marcas favoritas ya tienen modelos impermeables. No dejes de echarles un vistazo.
Vitamina C y miel
Qué decir de la vitamina C que no sepáis ya. No sólo aumenta nuestro cuerpo impermeable, protegiéndonos así de agentes externos que quieran invadirnos y enfermarnos, sino que reducir el estrés y la ansiedad, poniéndonos inmediatamente de mejor humor. Y aceptamoslo, el estado de ánimo en un enfermo impacta en gran medida sobre su recuperación.
Lo que sin embargo no es tan conocido son las bondades de la miel, un antibacteriano natural fuente de antioxidantes que calma los picores y dolores de garganta irritadas. Juntos, son un combo inigualable a la hora de prevenir constipados e infecciones.
manos limpias
Te parecerá una tontería pero no lo es. Con las manos interactuamos con el exterior: apretamos el botón de stop del bus, nos apoyamos en el asiento del metro, damos el cambio al conductor del taxi, etc. pero también con las manos nos atusamos el pelo, nos rascamos la cara y en ocasiones hasta comemos. Por eso es imprescindible tener unas manos limpias.
Lo que ocurre es que no siempre tenemos a mano un cuarto de baño con jabón, por eso desde hace años se recomienda el uso de geles purificadores a base de alcohol. Los puedes encontrar en versión portatil de 15ml, muy cómodos para llevar en el bolso.A nosotras nos gusta especialmente el Hand Purifier de Epoch® que es capaz de matar el 99.99% de los microgérmenes gracias a una fórmula exclusiva a base de lavanda, de potentes propiedades de limpieza; miel, para mantener hidratada la piel; y por supuesto alcohol desinfectante requerido para cumplir con las especificaciones de medicamentos de venta libre, para matar gérmenes y bacterias al instante.
beber agua
Es la forma que tiene el cuerpo de eliminar tóxinas, a través de la expulsión de los líquidos que bebemos. Además, en las horas de calor nos ayudará a mantenernos hidratados y disminuir los cambios bruscos de sensación térmica.
Ni que decir tiene que el agua es por excelencia la bebida que más deberíamos consumir, pero sabemos que no siempre es fácil alcanzar los 2 litros diarios. Aquí os damos varios consejos para conseguirlo: 2 vasos de agua al levantarte para limpiar el organismo, 2 a lo largo de la mañana y antes de comer, 1 después de hacer ejercicio, 1 antes de bañarte, 1 antes de cenar y otro antes de acostarte Con esos 8 vasos de agua al día habrás cumplido tu dosis diaria.
¿No te convence tanta agua? Te animamos a que pruebes las variedades con sabor que podrás encontrar en cualquier supermercado pero asegurate de sean sin gas ni azúcares añadidos.