Entrevista Ana Hernández Sarriá, escritora

Entrevista Ana Hernández Sarriá, escritora

  1. ¿Quién es Ana Hernández?

“Yo aquí he venido a hablar de mi libro…" (Risas.)  

Definirme en una sola palabra, o describirme con una sola profesión, es algo que no puedo hacer y que no me representaría bien. Es decir, soy una persona muy cambiante, siempre lo he sido. Mis amigos dicen que la palabra es polifacética, o polivalente, no cambiante. Supongo que tendrán razón. Empecé a trabajar muy jovencita, cuando tenía 16 años, y desde entonces he pasado por mil profesiones y departamentos diferentes. Cierto es que, siempre han estado ligados al mundo de la moda. Pero nunca me he querido quedar estancada. Siempre he optado por investigar, por experimentar. Supongo que porque siempre he sido muy curiosa. Pero bueno, a día de hoy, estoy justo haciendo dos cosas que me gustan desde siempre. Escribir e ilustrar.

Así que soy Ana Hernández, escritora e ilustradora de moda. Y hoy he venido a hablar de mi profesión, de mi trabajo y de la moda lenta, para ES Fascinante.

  1. Háblanos de tu profesión. De tus inicios.

Estudié diseño de moda, en Madrid, en el IED. Y fue una decisión difícil, ya que tenía muy buenas notas en el colegio. Mis padres solían decirme: “estudia otra cosa, tienes media para hacer lo que quieras.” Pero bueno, a mí, me encantaba la moda. Especialmente ilustrarla. Me encantaban las telas, los diseños, los mercadillos llenos de piezas antiguas. Pero sobre todo, me encantaba dibujar. Todas mis agendas del colegio estaban llenas de esbozos y maniquís. Así que al final, opté por estudiar eso. Y bueno, el diseño de moda me llevó a soñar con vivir en Nueva York. Fui con mi hermana de visita un verano y desde entonces, no hacía más que imaginarme cómo sería vivir allí.

Así que convencí a mis padres para que me dejaran ir a estudiar inglés. Aunque fuera solo unos meses, y así fue como me planté, literalmente, en Nueva York. Con una mano delante, y otra detrás. Sin tener ni idea del idioma pero con la intención de intentar cumplir mi sueño. Que en aquel entonces, era diseñar para una gran marca, como Carolina Herrera o Alexander Wang.

Tuve suerte y eso hice. Viví el sueño americano de la manera más radical que nunca podía imaginar. Llegué a Manhattan y mi suerte de siempre me hizo comenzar a trabajar como profesora de español para una familia bien posicionada y muy bien conectada en la ciudad. La madre un día vio mis dibujos y con tres llamadas, me consiguió una entrevista para Tory Burch. Y así comenzó todo, con solo 21 años trabajaba y diseñaba calzado para Tory Burch, y al poco tiempo, pasé a diseñar bolsos para Alexander Wang. Y bueno, después fui saltando a diferentes empresas de moda. En las que aprendí muchísimo, aunque algo me faltaba. No sé. No me sentía yo.

“Y aquí creo que yo sola voy a responder a la pregunta de cómo empezaste a escribir.”

  1. ¿Cómo empezaste a escribir?

Después de todos esos años trabajando frenéticamente en el mundo de la moda, tuve mi primer break down. Fue mi primera, y por ahora última, catarsis personal. Y entonces por fin, encontré algo que realmente me gustaba. Que me hacía muy feliz: Escribir. Hay gente que nunca encuentra ese algo en la vida. Yo he tenido mucha suerte. Mi suerte es escribir.

Sí. Escribir me salvó, sé que suena cursi, pero fue como una liberación. Fue como volver a ser yo. Sin limitarme a existir. Nueva York es una ciudad que te atrapa, y creo que uno tiene que ser consciente de lo frenético que es el ritmo, y de lo materialista que se vuelve todo. Y bueno, a mí, escribir, me despertó. Me hizo aprender a plasmar todos esos sentimientos inconexos que yo tenía en aquel momento. Me liberó. Comencé a escribir en todas partes. En las librerías, en el metro, en las cafeterías y en los rooftops. No podía parar. Era como que tenía que soltar toda esa carga que había tenido dentro. Y entonces, como bien dice un gran amigo mío, antes de que me diera cuenta, había vomitado mi primera novela.

A raíz de ahí, todo comenzó a coger sentido. Poco a poco mis experiencias profesionales me han ido llevando a donde yo quería. Es divertido como no te das cuenta, pero al final la vida te va poniendo en el sitio y lugar donde tienes que estar. Yo confío muchísimo en el destino. Dentro de que uno tiene que ser consciente de que para que las cosas salgan bien, hay que trabajar y sudar mucho. La vida me ha enseñado que nadie te regala nada, y menos en una ciudad como Nueva York.

Al poco tiempo de escribir mi primera novela, empecé a trabajar como copywriter en un showroom de moda de Manhattan, y tras ocho años entre rascacielos, volví a Madrid, y colaboré con Loewe escribiendo los textos y haciendo las creatividades de sus Newsletters. Y bueno, ahora escribo artículos fascinantes para proyectos fascinantes que comparten mis valores y mi filosofía de vida.

  1. Háblanos del proceso de escribir una novela.

Buf… es muy, muy complicado. Primero, te tienes que hacer un esquema mental de cada uno de los personajes. Después, tienes que tener bien clara la trama principal. Las historias secundarias. Las mini historias que van a mantener a los lectores interesados de capítulo a capítulo.

Yo siempre me compro una pizarra enorme donde empiezo a organizar mis capítulos. El tiempo que va a transcurrir en cada uno de ellos. Planeo hasta el último detalle de lo que pasará. Y después, con ese esquema y esa planificación, te sientas a escribir cada mañana. Hay días que no puedes escribir nada. Hay otros que no puedes parar. El secreto es la constancia. El no parar. El seguir ahí delante de tu folio en blanco pase lo que pase.

La idea del escritor inspirado a media noche con una copa de vino no existe. Es una mentira. Tienes que ponerte un horario, un despertador que suene. Una silla delante de un escritorio como todo hijo de vecino en una oficina. Y así, conseguirás una novela. Un trabajo durísimo que, para mí, está muy poco valorado hoy en día.

Sobre todo, desde que ha empezado “el boom” de escribir libros de relatos. Ahora todo el mundo tiene un libro publicado. Pero hay que ser conscientes y saber distinguir una novela, de un puñado de relatos. (Y no lo digo en tono despectivo, en absoluto.) Pero no es lo mismo trabajar una trama que tiene que estar conectada en todo momento, que quizás tardas en escribirla años, meses. En la que tienes que recordar lo que escribiste en la pagina uno cuando vayas por la doscientos dieciséis.

Escribir una novela es un trabajo de chinos. Y algunos relatos son preciosos. Pero para mi gusto, no tienen el mismo mérito que escribir una novela. Yo lo siento mucho, pero es algo que me pone un poco de los nervios hoy en día.

  1. ¿Qué es lo más difícil de tu profesión?

Pues creo que las descargas ilegales y el posicionamiento. Las descargas porque nadie es consciente del daño que hacen al escritor. Si no vendes, la editorial no volverá a apostar por ti. Y posiblemente te quiten la posibilidad de volver a publicar. Los escritores amateurs no nos hacemos ricos. Para lo único que sirve que compréis nuestro trabajo es para que las editoriales nos vuelvan a dar la oportunidad de publicar.

El posicionamiento, porque es muy difícil estar en el sitio adecuado para el lector adecuado. Vivimos en una era en el que las editoriales no invierten en publicidad, ni marketing. Así que lo más difícil es eso, tú te pasas dos años escribiendo una novela, consigues por tus propios medios que lleguen a publicarte y de repente boom. Llegas a El Corte Inglés emocionada y te encuentras perdida en una estantería lejana, escondidísima, donde es muy difícil, casi imposible, que la gente te encuentre.

Y aquí entra el tema de las redes sociales. Yo al principio estaba muy reacia a utilizarlas, odiaba cuando mis editoras me pedían que tenía que estar “a tope” en las redes. Me parecía una injusticia. Yo quería dedicar el 100% de mi tiempo a escribir, no a sacarme fotos fingiendo que estaba escribiendo. No sé si me explico... Las redes tienen mucha, mucha mentira. Pero bueno, con el tiempo, he aprendido a verlas de otra forma.

Gracias a las redes sociales, he vendido un 70% de mis novelas. He tenido la suerte de poder pedir ayuda a muchas bloggers e influencers. Y mi sorpresa ha sido muy grata al ver que colaboraban, que muchos perfiles se han volcado en ayudarme.

Creo que es muy importante que chicas tan jovencitas que tienen una cantidad tan desorbitada de seguidores sean conscientes de lo que enseñan. De lo que venden. Es importante que puedan ofrecer a todas esas chicas y chicos más jóvenes algo más que un "conjuntito" de ropa, o un restaurante bueno para comer sushi.

Siempre tendré una relación de amor/odio con las redes. Pero voy entendiendo muchas cosas. Incluso empieza a gustarme que, gracias a las imágenes, algunos de mis textos cogen fuerza. Creo que al final, un mini texto, o incluso un relato, tiene mucha más pujanza y te puede hacer vibrar más, si lo acompañas con una buena fotografía.

Podría estar hablando tres horas de las redes. Así que voy a parar ya.

  1. ¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?

Los mensajes que recibo de la gente. He llegado a llorar de la emoción al ver lo que he conseguido hacer sentir algo tan fuerte a tantas personas. Es todo lo que me da fuerzas a seguir. Y de hecho, cuando estoy en cualquier época un poco más baja, o siento inseguridad con la trama de la nueva novela, releo las frases que me escriben mis lectores. De verdad que se me ponen los pelos de punta. Me dan fuerzas para todo. Inmediatamente empiezo a escribir.

Me considero muy afortunada por haber caído en manos de lectores tan sensibles y que comparten mis valores de vida. Entienden a mis personajes. Sus ganas de vivir. Sobre todo, su capacidad de superación.

  1. Un sueño que tengas para tus novelas.

Que se vendan en todos los países. Me alucinaría que se tradujeran y llegaran un día a Nueva York. Verme en Barns and Novels o en las librerías más escondidas del Soho, o de Williamsburg en Brooklyn.

  1. ¿Te gusta la moda? Hablas mucho de ella en tus novelas.

Me encanta. Desde que era niña me fijaba mucho en la moda. Me parece un arte que te define. Creo que la manera de vestir de alguien dice mucho de quién es esa persona. De su personalidad.

Estudie diseño de moda porque me parece un mundo precioso, pero cierto es que, después de la fascinación inicial que te provoca cuando eres un pelín más joven, he empezado a ser un poco consciente del impacto medioambiental que está causando la industria textil en nuestro planeta. Es una realidad que es la segunda más contaminante del mundo. Y cuando he empezado a indagar en lo que contamina producir una mísera camiseta de algodón, en la que, para empezar, tienes que utilizar 2400 litros de agua, me ha hecho darme cuenta de lo preocupante que es el “Fast Fashion” y la industralización de la moda.  

  1. ¿Qué significa para ti la etiqueta Made in Spain?

Calidad, artesanía y elegancia.

  1. ¿Confías es el SLOW FASHION? ¿Eres partidaria del movimiento de moda lenta?

Pues sí. Antes, cuando era más pequeña, me volvía loca comprando en las rebajas. Pero supongo que será la edad que me ha hecho empezar a concienciarme de todo lo que está pasando. El impacto medio ambiental es el tema que más me preocupa ahora mismo, y me parece una vergüenza que en un país tan desarrollado como lo es España. Sigamos siendo tan inconscientes de la importancia de reciclar. De creer en el Slow Fashion. De empezar urgentemente, a consumir moda lenta.

Las quince preguntas rápidas de lo primero que se te pase por la cabeza:

  • Una persona. Mi hermana Marina
  • Un libro. Pura Vida de Mendiluce
  • Una película: La sirenita.
  • Un color. Naranja
  • Un animal. La Orca
  • Un hobbies: Bucear
  • Un diseñador internacional. Alexander McQueen
  • Un diseñador español. Pertegaz
  • Un artista. Dalí
  • Un sitio para perderte. Unas islas perdidas que se llaman Raja Ampat. En Papúa Occidental. Se encuentran entre Indonesia y Australia y son un paraíso del buceo. Como casi no hay humanos, el coral está vivo y está lleno de peces, tortugas, tiburones, es lo más impresionante que he visto nunca.
  • Un viaje que has hecho y que te ha marcado. Tailandia.
  • Un viaje que sueñas con hacer. Nueva Zelanda
  • Comida favorita. La hamburguesa
  • Un restaurante. Ledbelly de Nueva York.
  • Un idioma que te gustaría hablar. Francés.
  • Una flor. El lirio
  • ¿Qué es lo que más te gusta de ti? Mi energía
  • ¿Qué es lo que menos te gusta de ti? Soy muy impulsiva. Y muy impaciente. Y muy cabezota. Y muy...jajaja
  • Un consejo que darías a tus hijos sobre este mundo de las redes sociales. Que sean conscientes de que es una mentira.
  • Una palabra. Luz.
  • Una despedida. Sayonara baby. Jajaja (risas.)

 

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