Hoy quiero hablaros de algo que tal vez parezca novedoso, pero lo cierto es que se practica desde hace miles de años: los masajes con madera o maderoterapia. Esta técnica milenaria y de origen oriental se ha convertido en los últimos tiempos en un método muy utilizado por los profesionales de la estética y la salud gracias a sus múltiples beneficios. De hecho, yo la he conocido gracias a mi amiga Belén Ordovás, que conoce de la maravilla 'Artpel', y en quien confío plenamente.
Este método, eficaz para tratar tanto problemas de salud y provocados por el estrés, como para reafirmar y combatir la celulitis, está enfocado sobre todo a personas que prefieren evitar los tratamientos con aparatología. De esta manera, con una técnica que no es para nada invasiva, podemos obtener resultados sorprendentes, ya que las maderas y las manos de la esteticista trabajan de forma natural el cuerpo, moldeándolo y reduciendo volúmenes, lo que ayuda además a combatir la retención de líquidos ya que reactivan el drenaje linfático de una forma similar a la mesoterapia.
Se trabaja con diferentes rodillos, tablas y copas de madera que se adaptan a las diferentes partes del cuerpo, por lo que se puede trabajar cualquier punto anatómico sin ningún problema. Los rodillos, por ejemplo, se utilizan como anticelulítico, ya que trabajan desde las capas más superficiales hasta las más profundas. Para ello hay distintos tipos con distintos patrones, desde estrías hasta cubos, utilizando cada uno, dependiendo de las necesidades de la persona y de la zona del cuerpo a tratar.
Por su lado, con la tabla se provocan vibraciones internas capaces de reafirmar la piel, por lo que es ideal para la cara interna del muslo y la zona superior de las rodillas. También resulta muy recomendable en cintura y brazos, donde también se realiza vacumterapia. En zonas más específicas, como el inglés o el sacro, se reactivan los ganglios linfáticos para facilitar el drenaje.
Las sesiones de maderoterapia, que suelen ser de unos 20 minutos, tienen resultados visibles muy pronto, pero es aconsejable hacer un tratamiento completo de unas 15 sesiones, lo que siempre surge de las necesidades de cada uno. En las sesiones se trabaja por zonas, o bien piernas, o abdomen más espalda o los brazos, siempre por separado, ya que hay que dedicar un tiempo determinado a cada rodillo y madera. En mi caso, por ejemplo, comencé con el tratamiento semanas antes de la boda. Y alucinaba con los maravillosos resultados.
Con la maderoterapia se consigue activar el sistema circulatorio y provocar hiperemia, que es un aumento del flujo sanguíneo en la zona tratada. De esta manera, el tejido se nutre y revive. De hecho, precisamente en esto consisten casi todos los tratamientos anticelulíticos y reafirmantes, solo que en este no se necesita ningún aparato. Es importante también tener en cuenta que, en caso de piernas con edema, habría que drenar primero, ya que si no se trata correctamente el efecto de esta terapia puede producir un encharcamiento como con cualquier tratamiento de percusión. Es cierto también que hay que dar especial importancia al producto que se utiliza junto a la madera. Estos productos siempre dependen del caso a tratar, como por ejemplo el aceite de germen de trigo.
Ha sido un placer ponerme en manos de Artpel, situado en la calle Conde de Aranda, 8 (Madrid). Es un negocio familiar con más de 40 años a sus espaldas como peluquería de caballero y que, desde hace más de una década, también atiende a señoras. Antes de crear de empezar y, si no tienes muy claro qué es lo que más te favorece, sus estilistas te hacen un estudio para un look que se adapte tanto a tus características físicas como a tu modo de vida.
En mi caso, siga su servicio especializado para novias, en el que tratan desde tratamientos faciales y capilares hasta el peinado y el maquillaje. Con ellos descubrí la maderoterapia y puedo afirmar sin duda alguna, que gracias a ellos, lo recomiendo como uno de mis tratamientos fascinantes.