¿Y si te dijéramos que en las rebajas, en vez de ahorrar dinero, estás perdiéndolo?

¿Y si te dijéramos que en las rebajas, en vez de ahorrar dinero, estás perdiéndolo?

¿Y si te dijéramos que en las rebajas, en vez de ahorrar dinero, estás perdiéndolo? ¿Te lo creerías?

Lo cierto es que vivimos en una sociedad cuyos valores respaldan el capitalismo, la competitividad y el consumismo. Y en estos días de rebajas lo llevamos siempre al punto más álgido. ¿No deberíamos echar el freno y pensar?

Pensar que no deberíamos llegar a un cabo a una velocidad de vértigo. Que parece que nunca nada nos resulta suficiente porque, aunque compremos una prenda que nos encanta, enseguida las marcas industrializadas sacan ropa nueva o más bonita, o incluso con precios más baratos. Nos lo acabamos comprando todo y el proceso entonces, se vuelve a repetir. Pero ¿Cuánta de toda esa ropa que compraste en las rebajas del año pasando estas usando en este mes de Enero?

¿Sabías que todas esas prendas Fast Fashion se utilizan una media de 7 u 8 veces mientras que una prenda “slow” dura una media de 50 años?

Os recomendamos a abrir vuestros armarios y analizar en un instante las cosas que habéis puesto solamente una sola vez. Son muchas, ¿verdad? Parece que hemos entrado en un bucle en el que queremos tener más y más cosas porque nos da miedo que, si postergamos la compra, perderemos la oportunidad de obtener el objeto que deseamos. Nuestro espíritu competitivo nos alecciona a ser mejores y por tanto a querer tener “lo mejor”.

Pero ¿qué es “lo mejor”? ¿Realmente pensamos que esto es lo mejor? La respuesta es NO. Debemos ser conscientes de lo que compramos. Aprender lo que significa realmente que una prenda es de calidad. Pensar en esos bolsos y jerséis de nuestras abuelas y madres que seguimos utilizando con el paso de los años.

Os damos la bienvenida a una era en la que por fin somos conscientes del impacto que está surgiendo en el mundo de la industria textil. Los jerséis de nuestras abuelas, al igual que todas las prendas que promueven el movimiento Slow, estaban hechos con materiales de origen orgánico, mientras que toda la moda rápida utiliza sintéticos que ensucian y contaminan la tierra y el mar. En este blog os daremos mil razones por las que empezar a consumir moda lenta. Empezando por los últimos estudios que demuestran que, en cada lavadora, un producto sintético libera microfibras que acaban siendo ingeridas por muchos animales del mar de los que más tarde nos alimentamos.

El concepto de moda rápida ha conseguido que la industria textil se haya convertido en la segunda más contaminante del mundo.

Te recordamos a que empiezas a abrir los ojos con nosotros. Que comprima prendas de calidad que perduren en el tiempo, que no pasen de moda.

Bienvenidos al movimiento de moda lenta española.

Por Ana Hernández Sarriá.

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