Entrevista a la fotógrafa Claudia Herrán

Entrevista a la fotógrafa Claudia Herrán

¿Cómo empezaste en el mundo de la fotografía y el diseño gráfico?

La verdad que empecé en ambos mundos de manera muy diferente y, sobre todo, gracias a la influencia de mi familia. Mis padres estudiaron publicidad y en mi casa siempre ha habido un ordenador Mac en el salón. Recuerdo que de niña siempre intentaba trastear con los programas que tenía mi padre. Había uno en especial que se llamaba Freehand, era una especie de mezcla entre Photoshop e ilustrator. A mí me encantaba tirarme horas allí trazando e investigando. Era un programa vectorial, y entonces tú, cogías la pluma y diseñabas. Creo que estaba indirectamente relacionado con el diseño gráfico. Y creo que fue gracias a todo esto que, pasados los años, me di cuenta de que había potenciado mi creatividad. Quizás porque nadie me había enseñado a utilizar esas herramientas y yo logré improvisar un proceso creativo que en el fondo me había inventado cuando era pequeña.

¿En qué consiste ese proceso creativo que inventaste?

Consistía en que yo miraba para otro lado mientras sostenía el ratón, comenzaba a dibujar una figura y, luego, cuando volvía la vista a la pantalla, me inventaba qué animal era. Por ejemplo, una vaca. Pues yo ya trabajaba sobre el trazado de esa vaca. Cambiaba el grosor, y jugaba con todas las herramientas. Así encontré mi pasión por el diseño gráfico.

Bailarinas: Sara Delgado y Sharay Santano. 

¿Y la fotografía?

La fotografía también fue un recorrido muy experimental. Siempre teniendo el apoyo y la motivación emocional de mi casa. Ellos me enseñaron el término de memoria fotográfica. Al principio no lo entendí muy bien. Y entonces yo me pensaba que era como hacer fotos con los ojos. Entonces iba por la vida como haciendo fotos con los ojos… (Risas). Intentaba que nadie me viera para no parecer una loca. Pero iba pestañeando e intentando retener en mi memoria todas esas “fotografías” que mi mente hacía.

Bailarinas: Sara Delgado y Sharay Santano.

Alguna anécdota que recuerdes de tus inicios.

El primer impulso que tuve con la fotografía fue a raíz de un concurso que había visto mi madre de un centro cultural cerca de mi casa. Consistía en irse a la sierra y hacer fotos a la naturaleza. Me fui con mis padres al Pardo, hice una foto a un árbol, que estaba como cortado, con sus raíces. Hice una foto a ese árbol, lo titulé: El árbol de la vida, y gané. Gané el concurso infantil. Así que fue una motivación muy grande para seguir haciendo fotos. 

Lo más difícil de tu profesión es:

Destacar ahora mismo con este boom de fotógrafos que han surgido a través de las redes sociales.

Lo mejor de tu profesión es:

Conocer a gente increíble, llena de proyectos y cosas que contar. Trabajar con ellos y toda la experiencia profesional que eso me aporta. También en el ámbito personal, poder ir a tomar algo con ellos y compartir experiencias.

Bailarina: Bea Villabol. 

Algún proyecto reciente que quieras destacar.

Hace muy poco he auto publicado mi primer foto libro. Se llama: He sentido arrepentimiento por haber querido tanto. Es la historia de 11 ancianos que hablan sobre su experiencia en el amor. Me encantaría que llegara más lejos esta publicación porque es un trabajo precioso del que me siento muy orgullosa.

Un sueño que tengas para tu carrera profesional.

El mayor sueño que tengo yo creo que es poder vivir algún día de la fotografía, para el resto de mi vida, y sin preocupaciones.

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