Desmontando mitos - Vitamina C en la cosmética

Desmontando mitos - Vitamina C en la cosmética

Lo sé, ahora mismo estás pensando en un vaso de zumo de naranja gigante. Nuestro cuerpo necesita vitamina C, es imprescindible para diferentes procesos. El problema es que nuestro cuerpo ni la produce ni la almacena, por lo que su ingesta en frutas como naranjas, kiwis y fresas se aprovecha en ese momento según las necesidades del cuerpo y lo que no se utiliza se elimina.

Podemos resumir los beneficios de este principio activo, también conocido como ácido ascórbico, en tres: tiene efectos antiinflamatorios, ayuda al sistema inmunológico y, sobre todo, tiene un alto poder antioxidante. Los tres igual de importantes, pero es este último el que más nos interesa de cara a nuestra sección beauty .

Los antioxidantes no solo protegen de los radicales libres sino que ayudan a disminuir el fotoenvejecimiento y las manchas que la piel haya podido acumular a través de los años. Esto es una buena noticia porque significa que, si hasta ahora no te has cuidado la piel como debes (¡mal, muy mal!), aún estás a tiempo de reducir los efectos de esta negligencia y hacerlos menos visibles gracias a productos con alto contenido en vitamina c

Por otro lado, queremos aclarar varios mitos con respecto al uso de la vitamina C al sol. El hecho de que la vitamina C proteja de los radicales libres no significa que proteja de la radiación solar. ¡Cuidado! Recordad que lo único que os protege de las radiaciones solares son los fotoprotectores, nada más. Lo que significa que el uso de uno no excluye o sustituye al otro.

En cuanto a la compatibilidad del sol y la vitamina C os decimos que sí, perfectamente compatibles. La vitamina C no provoca manchas, todo lo contrario, es un activo ideal para el verano ya que evita la aparición de hiperpigmentaciones por la exposición al sol. La explicación más acertada es que se trata de un activo fotosensible, es decir, se inactiva con el sol, pero no es fotosensibilizante, no altera ni afecta a nuestra a piel de cara a la exposición solar, todo lo contrario, la protege de la mismo

La pregunta que os debéis estar haciendo ahora es: ¿qué producto rico en vitamina C debo consumir? En principio se trata de un activo apto para todas las edades y todas las pieles, siempre que escojamos un producto adecuado. Como os decíamos, la vitamina C pura es fotosensible, es decir, se inactiva con la radiación solar. Frente a esto, encontramos en el mercado formulaciones de vitamina C estabilizada que hacen que sea más resistente a la radiación solar. Por lo tanto, en función del tipo de vitamina C que contenga nuestro tratamiento cosmético, será más indicado utilizarlo por la noche o por la mañana.

¡Aquí va nuestra recomendación! Si quieres incluir la vitamina C en tu rutina habitual de belleza para, poco a poco, combatir los radicales libres y el fotoenvejecimiento empieza con un sérum o limpiador facial que te aporta una buena cantidad de ácido ascórbico concentrado. De esta forma, complementarás tu rutina consiguiendo prevenir los efectos no deseados. Si por el contrario lo que quieres es combatir los efectos que la radiación, la edad y radicales libres ya han causado en tu piel (hiperpigmentación, arrugas de expresión, ralentización de la regeneración celular de la piel), te recomendamos un plan completo de hidratación , limpiador y sérum. De esta manera, combatirás en todos los frentes consiguiendo mejores resultados en menos tiempo, lo que te ayudará a sentirte mejor y más satisfecha con tu producto.

Tanto para un uso como para otro, nuestro sistema favorito es el 180°® Anti-Aging Skin Therapy System . ¡El limpiador que incluye este sistema de cuidado facial es especialmente impresionante! Os dejamos un vídeo en el que podréis ver sus efectos antioxidantes, ¡no os dejaréis indiferentes! Además de su tremenda eficacia, otro de sus beneficios frente a otros productos con vitamina C es que su formulación incluye vitamina C encapsulada. Esto significa que el componente activo está protegido frente a la oxidación propia que sufren estos productos al entrar en contacto con el aire. Para liberar el activo basta con masajear el producto entre los dedos antes de aplicarlo sobre el rostro. Así, ¡sus propiedades se mantienen intactas a lo largo del tiempo!

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