Después de empaparme de todas las revistas de moda y decoración este pasado fin de semana no me queda más remedio que estar contenta. Normalmente acabo enfadada porque voy buscando estilismos con moda española o que mezclen moda internacional con la nuestra y no los encuentro o son muy escasos y normalmente son looks de nuestro fast fashion. Esto va mejorando poco a poco, pero camino por recorrer.
Estoy contenta porque los artículos de fondo asumidos y trasladados, a todos los públicos, las nuevas tendencias de la moda lenta atemporal y sostenible, de un consumo lento. Y sobre todo me gusta ver, cada vez más, inspiración en el vestido regional, en la artesanía, en las fiestas populares. Hay una vuelta a lo local, a poner en valor incluso los pueblos y su patrimonio celebrando desfiles internacionales en sus plazas iluminadas para celebrar sus fiestas. Esto ha hecho Dior en su desfile crucero en Leccea (Italia).
Hace más de 10 años presentamos un proyecto desde la Fundación Zuloaga de un gran desfile de firmas españolas en Segovia, ciudad patrimonio de la humanidad. Un desfile contemplado como evento internacional unido a la música, el arte y la gastronomía. Parece que ahora, bastantes años después, una gran casa de moda lo ha hecho ya lo mejor conseguimos que aquí se convierta en una realidad.
Está claro que utilizar el patrimonio cultural como escenario de la cultura de la moda es una combinación perfecta . Es un evento diferente, global que puede atraer a un turismo de calidad a pernoctar y disfrutar del lugar, de sus monumentos, gastronomía, fiestas, visitas a talleres tradicionales y espacios naturales.
Nuestra apuesta es clara: Patrimonio más moda. Funciona como posicionamiento, como contenido y motor economico. Vamos a por ello.
Margarita Ruyra de Andrade