Cremas solares - buenas para tu piel ¿y para nuestro entorno?

Cremas solares - buenas para tu piel ¿y para nuestro entorno?

Denis Hayes, pionero en temas de conciencia medioambiental, expresidente del NREL y organizador del primer día de la Tierra celebrado en 1970, dijo una vez: “cada vez me siento más confiado que nunca de que el poder para salvar el planeta descansa en el consumidor individual". Y nosotras estamos de acuerdo.

No es siempre fácil encontrar productos sustitutivos más ecológicos y respetuosos con el medio ambiente o con los animales, hay tantas cosas que cambiar… Pero poco a poco podemos introducir pequeños cambios en nuestra rutina diaria y en nuestros hábitos de consumo. Los cambios que se suman a los que llevan a cabo las otras personas y que cuando se realizan de forma colectiva ya largo plazo, ayudan a reducir nuestro impacto en el entorno sin apenas darnos cuenta. Hoy os traemos una propuesta de cambio.

Se trata de los protectores solares, necesarios todo el año, pero a los que recurrimos con especial interés en meses de calor o destinos soleados. La verdad es que muchos de los componentes habituales de las cremas de sol pueden tener un impacto sobre los organismos marinos cuando nos metemos en el agua. Ciertos filtros, siliconas o conservantes pueden llegar a ser tóxicos y producir importantes trastornos al entorno. Evidentemente todos los protectores comercializados en España han sido aprobados para un uso seguro para el ser humano, pero no podemos garantizar lo mismo para otros organismos. Se vierten en el mar una media de 10.000 toneladas de crema solar, ¿cómo proteger los organismos marinos fundamentales para mantener la biodiversidad del plantea?

Por otro lado, existe la preocupación por los productos que explotan en su fabricación los recursos naturales, poniendo en peligro especies o provocando el sufrimiento de los animales.

Sabemos que a día de hoy hay mucho concepto nuevo ahí fuera y no siempre es fácil diferenciar uno de otro. Como en todo, hay que saber de qué se está hablando y para asegurarnos de que no hay error o detallamos las posibilidades:

  • Cremas “cruelty free”: en este tipo de productos, no se permite, en ninguna de las fases del desarrollo del producto, testar sobre animales. Existe una extensa regulación a día de hoy al respecto de estos productos. Europa ha sido pionera en la lucha contra la experimentación con animales. En la Unión Europea la venta de cosméticos testados en animales está prohibida desde 2013. La prohibición impuesta por las leyes comunitarias, dio paso al rápido desarrollo de nuevas y excelentes alternativas a la experimentación sobre animales en el campo de la cosmética . En este sentido, es más fácil encontrar marcas reconocidas en este sector, no tan nicho, como por ejemplo Babaria , cuya política no testar ninguno de sus productos sobre animales. Si bien se hacen pruebas para asegurar la inocuidad del producto, dichas pruebas se realizan sobre personas voluntarias, a las cuales se les explica perfectamente el proceso al que van a ser sometidos y en todo momento está supervisado por un médico especialista.
  • Vegano: un producto se califica como "vegano" cuando no contiene ni ingredientes animales (como gelatina, colesterol o colágeno) ni derivados de estos (miel, cera de abeja o leche). Para todos aquellos que opten por esta opción, no podrán dejar de echar un vistazo a la crema solar de Attitude . Mineral y sin fragancia tiene una textura super agradable y te ayuda a mantener el pH de tu piel mientras te proteges de los rayos del sol.
  • Ecofriendly: literalmente hace alusión a aquellos productos que son respetuosos con el medio ambiente. Este es un concepto muuuuy amplio pero que en la práctica se materializa en productos más saludables, libres de residuos tóxicos persistentes procedentes de pesticidas, antibióticos, fertilizantes sintéticos, aditivos y conservantes, utilizados en la agricultura convencional. Tambien se pueden llamar ecologicos u organicos. Os recomendamos el protector solar de Coola que está formulado con ingredientes que no dañan las estructuras subacuáticas.

¿Cómo saber diferenciar unos de otros? Lo primero es mirar la formulación del envase y lo segundo buscar el símbolo del certificado que acredita si son una cosa u otra. Al principio serán un montón de conceptos nuevos, pero si tienes la paciencia de ir aprendiendo poco a poco, ¡serás un experto ecologista en menos de lo que crees!

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