“Respeto a todas las tendencias y todas las escuelas; pero ¿se puede ir muy lejos teniendo en cuenta las modas? Lo que hoy es nuevo, dentro de cuatro o cinco ya no lo es, porque han aparecido otras novedades que pretenden borrar la impresión de las anteriores. Hay que buscar en el arte, el valor eterno, cosa difícil, que lleva toda la vida de un hombre, y eso no lo dan las escuelas ni las tendencias, sino la fuerza, la personalidad y la sinceridad del artista”. Ignacio Zuloaga
Esta potente frase de Ignacio Zuloaga expresa su propia manera de ver, su personalidad y su voluntad de hierro en sacar adelante aquello que tenía dentro como expresado tantas veces y cuenta su biógrafo Enrique Lafuente Ferrari. Esta frase me ha hecho pensar en nuestros creadores de moda y me han salido a borbotones las siguientes preguntas:
¿Cuantos modistos actuales pueden ser considerados artistas? Creo que bastantes porque si no lo son no podrían crear piezas originales y únicas utilizando determinados materiales, composición y relato. El pintor y el deportista de los que habló Baroja en su obra “Galería de tipos de la época”, que vinieron a sustituir al filósofo y hombre de ciencia, están siendo reemplazados hoy por los modistos, los nuevos pintores de sueños y relatos fantásticos.
¿Entendemos a los modistos? ¿Entendemos que son artistas? Creo que no. Hablamos mucho de moda y sus creadores porque necesitamos vestirnos y lo que nos ponemos es una manifestación de nuestra personalidad, pero realmente ¿Llegamos más allá? ¿Sabemos que nos quieren contar?, ¿Cuál es su universo, como viven y se sienten? ¿Son creadores emocionales que trabajan con el corazón o con la cabeza? ¿Cuánto les importan y siguen las modas y escuelas? ¿Qué buscan con sus creaciones? ¿Qué valores quieren que transmitamos? ¿Cómo consiguen avanzar y renovarse? ¿Cuántos son artistas realmente inteligentes?
Se acerca, como antaño los salones de pintura, la Semana de la Moda y sus desfiles, un momento de mostrar el trabajo creado en los últimos meses, un esfuerzo de enseñar piezas que serán compradas -como los cuadros- por museos, clientas, coleccionistas y segundo mercado. Una eclosión de creatividad y mensajes con espíritu de quedar y ser grabados.
Respetemos su arte y hagamos el esfuerzo de entender y valorar su trabajo. La pantalla está casi apunto y estamos deseando disfrutarla. Además, este año, tú también lo podrás hacer online con ES fascinante.
Margarita Ruyra de Andrade