Por fin la moda y el medio ambiente, se dan la mano. ¡Slow Fashion!

Por fin la moda y el medio ambiente, se dan la mano. ¡Slow Fashion!

El planeta nos estaba enviando señales. En el año 2017, las emisiones de gases de efecto invernadero aumentaron un 4,4% en España con respecto a 2016, el mayor aumento registrado desde el año 2002. Y no solo eso, 2017 también fue el año en el que se registraron las temperaturas más altas del país, así como el mayor aumento del nivel del mar y mayor calentamiento del mismo.

El cambio climático estaba dejando de ser esa amenaza que asomaba a lo lejos, se convertía en una realidad que nos afectaba  a todos y que estaba provocando que nuestro día a día poco a poco fuera cambiando. Días más calurosos, veranos insoportables en el interior y una mayor mortalidad a causa de la contaminación atmosférica que conseguimos con nuestra rutina diaria y la actividad de numerosos sectores.

Pues bien, hoy en ES fascinante celebramos que, ¡por fin la concienciación ha llegado! Llegó cuando la sombra de este fantasma se posó sobre nosotros el año pasado. Fue entonces, cuando los cambios en los hábitos de consumo se empezaron a volver  patentes, dejando claro que la sociedad sabía qué pasaba y estaba dispuesta a cambiar la situación.

Nosotros nos sentimos orgullosos de haber sido una de las empresas pioneras en realizar este cambio, y apostar por la moda sostenible y ecológica. De hecho, siempre lo decimos, que el cambio no es algo que ocurra solo con el consumidor, también sucede con el distribuidor y por lo tanto, con las empresas. Y es que el mundo de la moda es uno de los que está pegando muy fuerte en este terreno del cambio. Tan solo hay que ver la cantidad de diseñadores sostenibles que hemos encontrado en nuestro recorrido. Piezas únicas que cambian su composición para ser más amigables con el entorno, como también sus procesos de fabricación para evitar la emisión de gases contaminantes. Todo un ecosistema de propuestas y sistemas de los que no podemos estar más felices de formar parte.

Es por eso que hoy hemos querido dedicar un post a recordar aquellos tiempos en los que el movimiento Slow Fashion sonaba lejano para todos.  “Moda sostenible, moda ética o moda Slow”, eran los nombres con los que se conocía a esa corriente de diseño en el campo del textil que abogaba por la sostenibilidad. Sus primeras menciones aparecieron de hecho en el año 2007, cuando Vogue habló de ella largo y tendido para citarla no como algo pasajero, sino como algo con el potencial de convertirse en el estándar de cara al futuro.

Una tendencia que, antaño, era considerada como parte de las corrientes más “hippies”, sobre todo por los diseños elaborados y el target de público perseguido. No obstante, con el paso de los años, su masificación ha ido a más, provocando que diseñadores de toda clase se acerquen a esta corriente para sumarse a ella y elaborar todo tipo de ropajes. Ya no es solo cosa de un sector determinado, es de todos, como el problema climático que tenemos.

Doce años conforman el plazo que tenemos por delante para poder revertir la negativa situación climática en la que nos encontramos. Un plazo de tiempo que está poniendo a todas las empresas a buscar alternativas a sus métodos habituales, a los países a establecer nuevos protocolos de cambio y al mundo de la moda a abogar por la sostenibilidad, sin renunciar al estilo.

Es una situación que afecta a compañías y a consumidores, que nos obliga a todos a poner de nuestra parte si queremos conservar el planeta en el que vivimos y no dañar gravemente a su flora, su fauna y, finalmente, a nosotros mismos. Hacerse con prendas de ropa Slow Fashion es un comienzo perfecto para este cambio que tanto necesitábamos.

Así que, ¿Te animas? ¿Te unes  nuestro movimiento de moda lenta española?

**Fotos cedidas por uno de nuestros diseñadores artesanales más fascinantes. DiBella Shoes

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