Empieza la cuenta atrás y nos pueden los nervios… el mejor consejo que os podemos dar es mantened la calma, no dejeis que los nervios os jueguen una mala pasada. Es hora de disfrutar y no de estresarse. Lo que no hayáis hecho hasta ahora probablemente es porque no es imprescindible y remedios de última hora pueden tener imprevisibles resultados no deseados de los que luego arrepentirse.
¿Qué no hacer?
¡No hacer experimentos! Si no te has puesto pestañas postizas nunca no lo hagas. Te puedes ver rara o pueden molestarte e ir incómoda. No te des un baño de color de última hora si no sabes cuál es tu tono. Puedes acabar como un conguito. No te hagas exfoliaciones demasiado abrasivas. No te hagas un tratamiento flash blanqueante que te pueda dar sensibilidad. Etcétera, etcétera, etcétera…
Si has hecho los deberes todos estos meses cuando llegue el momento mantén un ritual sencillo: limpiar e hidratar, dar luminosidad y suavidad. ¡Y listo!
La noche de antes exfolíate suavemente cara y cuerpo y aplica una mascarilla hidratante en la cara. Para un plus de luminosidad te recomendamos que esa mañana te apliques el tratamiento galvánico del que tantas veces te hemos hablado. Somos unas pesadas, lo sé, pero creednos que no hay nada igual en el mercado para uso en casa. Con la piel tersa e hidratada, las líneas de expresión difuminadas y los poros visiblemente reducidos no hay maquillaje que no te aguante 12 horas. Aquí os dejamos un link dónde podréis adquirir el pack de los productos necesarios para ser una novia fascinante con un 15% de descuento exclusivo para nuestras lectoras.
En cuanto al pelo, la recomendación desde el centro de estilistas especializado en novias, Beny Sanz, es que te lo laves la noche anterior a la boda para que el recogido o el marcado quede mejor. ¡Ojo! El problema que tiene lavartelo la noche anterior es que con el calor que hace puedes correr el riesgo de sudar la raiz del pelo si traginas mucho esa mañana o si te tocas mucho el pelo. Si no cress que lo puedas mantener limpio tanto tiempo lavateló por la mañana el mismo día, pero sin aplicar acomdicionador. Desenredalo con un cepillo con mucha paciencia y mimo.
En la medida de lo posible déjate las uñas hechas el día anterior, para evitar tener que ir con prisas con el secado. Si no sabes por qué estilo optar te recordamos nuestro post al respecto. ¿Que no te convence ninguna? No lo dudes, una elegante manicura francesa (cuanto más finita mejor) no falla nunca.
En definitiva, ¡cuanto menos dejes para el gran día mejor! Ese día ocupaté de mimarte y estar rodeada de quien te quiere. Son momentos de mucho nervio y de muchas cosas en la cabeza y lo fundamental es que lo disfrutes y lo recuerdes como un proceso divertido y entrañable. Por experiencia os decimos que ¡se pasa volando! Asique disfruta desde el primer preparativo hasta el último. Y si aprietan los nervios recuerda: ¡respira! Así es como se van todos los males ;)