En cuestiones de modas y tendencias las que más me gustan son las que vuelven. Demuestran ser auténticas, no solo un capricho pasajero pero a su vez dejan sitio para que podamos experimentar entre cada una de sus apariciones. Y eso es lo que ocurre con el maquillaje efecto “sun-kissed”. A mitad de los noventa lo conocimos gracias a la ascensión de modelos como Gisele Bündchen y hoy en día vuelve de la mano de actrices como Emily Ratajkowski.
Es el maquillaje “nude” ideal de las noches de verano, muy sencillo de hacer y un acierto en cualquier tipo de pieles. Entonces, ¿cómo aprovechar el buen aspecto que tiene una piel cuidada en verano y sacar todo su potencial? ¡Os contamos cómo!
¿Cómo llegó a cabo?
Lo primero tienes que tener en cuenta que este es un maquillaje que se centra en mantener una piel natural, luminosa y bronceada. Si eres de esas que aún no ha tenido un solo fin de semana para salir de la oficina y no ha sido bendecida con una piscina no te preocupes, podemos solucionar tu color lechuga fácilmente. Antes de comenzar a aplicar el maquillaje y después de la ducha con la piel seca extender una nuez del gel autobronceador Insta Glow en cara y escote. Su fórmula especialmente diseñada para dar color de forma gradual te dio la base perfecta para lucir este look.
Una vez se haya absorbido el gel empezamos aplicando corrector líquido para disimular pequeñas imperfecciones. Sé cauta y procura limitarte a las ojeras y poco más. Piensa que no ajustarás la base, con lo que no te será tan fácil difuminar. A continuación coge la brocha y no te cortes, consigue el efecto buena cara a golpe de brochazo. Eso si, hazlo con la cabeza. ¡No estás pintando la pared de tu habitación, es tu cara! Asique coje la broncha y situalá en la mitad de la frente y traza un 3 en tu cara, bajando por las sienes, marcando el pómulo y bajando por la línea de la mandíbula hasta la barbilla. Lo mismo en ambos lados de la cara. A continuación añadimos luminosidad, sobre lo alto de las mejillas y la punta de la nariz. Por último, una de las claves de este look consiste en aplicar el colorete no solo en las mejillas sino también en la nariz para que parezca que te ha dado el sol en el rostro logrando buena cara de forma muy natural. Hasta aquí ya tenemos ese efecto de sol en nuestra piel.
Con este marco, recomendamos el uso de sombras marrones para potenciar la mirada. De esta forma se consiguen resaltar sin aguantar. En este caso prescindiremos de eyeliner, pero aplicaremos máscara de pestañas de forma sutil y especialmente en las puntas del rabillo del ojo, para alargarlo visualmente consiguiendo el efecto de ojo almendrado. Para enmarcar el ojo terminaremos peinando las cejas y fijándolas si queréis con un gel transparente.
Para los labios aplicaremos o bien una barra hidratante que potencia el color de nuestros propios labios con un brillo sutil, o bien tonos nude y tierra.
¿Y para un efecto más intenso?
Para llevar este look a su máxima expresión optar puedes por llevar la gama de sombras de ojos hacia tonos teja u ocres, perfecto para las pieles más morenas o las intensas noches de verano. En este caso podemos utilizar sombras metalizadas tanto por el párpado superior como por el inferior, enmarcando el ojo.
¿El no va más?
Pequitas falsas sobre la nariz. Lo sé, puede parecerte algo absurdo, pero el efecto es de lo más favorecedor y dan un toque fresco y juvenil. Para lograrlas recomendamos que te hagan con un lapiz de ojos marrones de textura blanda y lo afiles bien. ¡Sin miedo!